domingo, 3 de octubre de 2010

Como Estudiar Matemáticas.

Sobre todo trata de entender.


¿Cómo se hace para tratar de entender? Aquí tienes
un refrán que te recuerda la fórmula: Oigo, y olvido. Veo, y recuerdo.
Hago, y entiendo.


Saber matemáticas es saber hacer cosas con lo que aprendes.
Por eso cuando estudias matemáticas debes tener constantemente tu boli
en acción. Repite ejemplos, haz los ejercicios, invéntate otros.


Dibuja a tu modo.


Repite a tu modo las gráficas, imágenes y esquemas
que el texto te va proporcionando. Hazte tú mismo las que te puedan ayudar
a dominar lo que lees.


Los diferentes objetos matemáticos son herramientas para
hacer algo con ellos.


Entérate bien a fondo para qué sirven y cómo
se manejan. Observa cómo los utiliza el profesor, tus compañeros,
para hacer tú igual. No permitas que sea otro el que los a usa delante
de tí mientras tú te limitas a mirar pasivamente.


La pregunta es el anzuelo para pescar en el mar de las ideas.


Pregunta. Quien pregunta aprende. Pregunta cuanto antes puedas


aquello que no entiendas bien. Al profesor, a tus compañeros.
Lo


que te parezca entender, coméntalo para asegurarte de que
lo entiendes bien.


Para qué la memoria en matemáticas.


No trates de memorizar nada antes de haber entendido bien a fondo.
No trates de memorizar nada antes de haber experimentado un buen rato con los
objetos que tienes delante. Observa con atención los diferentes pasos
por los que procedes. Esto es lo más interesante que has de tratar que
quede en tu memoria.


Activa frecuentemente lo que has aprendido. No dejes que las cosas
se te oxiden por no usarlas. Cada semana trata de activar, hacer ejercicos,
problemas que tienen que ver con las cosas que esa semana has aprendido. Cada
mes trata de activar las cosas que has aprendido a lo largo del mes. No hace
falta que esperes a que vengan las evaluaciones.


Memoriza lo que es de uso constante.


Te vendrá bien aprender de memoria alguna que otra fórmula
sencilla y de uso constante, pero nunca trates de retener fórmulas complicadas
en la cabeza. Te equivocarás con frecuencia. Más te vale tratar
de retener las ideas del proceso por el que se llega a ellas.


Cómo usar el libro de texto.


En espiral.


El trabajo con un texto de matemáticas se hace más
fácil procediendo en espiral. Dale a la sección o tema una primera
pasada. Muchas cosas son fáciles. Otras quedan oscuras. A la siguiente
pasada verás que algunas de las oscuras te resultan más claras.


Activa lo que ya sabes relacionado con el tema. Tu actividad propia,
con tu lápiz constantemente en acción, debe comenzar comprobando
cómo, efectivamente, con lo que ya sabes puedes ir realizando las actividades
que antes de adentrarte en el tema se te proponen.


Haz tú mismo los ejemplos y ejercicios aclaratorios.


Trabajando el cuerpo de cada tema debes asegurarte de que


entiendes las ideas que se exponen, de que te resulta claro cómo


los ejemplos corresponden a esas ideas y de que tú mismo
eres


capaz de desarrollar por tu cuenta esos ejemplos. Cuando se han


expuesto unas cuantas ideas importantes, se te proponen ejercicios
para que tú mismo, ahora sin guía tan cercana, los resuelvas.


Cuando los ejercicios te resultan difíciles.


Si no consigues enfocar y resolver bien los ejercicios, vuelve
a leer pausadamente lo que precede del tema. Es posible que algo que hay ahí
se te haya pasado por alto. En una primera pasada trata de hacer algunos de
los más sencillos y más adelante, en posibles vueltas sucesivas,
harás el resto.


Evalúa tu trabajo.


Al final de cada capítulo de cualquier libro que utilices
encontrarás unos ejercicios de evaluación que te servirán
para comprobar que has conseguido asimilar y dominar los temas del capítulo.
Si hay algunos que no te salen bien, sabrás qué temas debes repasar
mejor.


Identifica lo que has de tratar de retener del capítulo
Al terminar el capítulo especialmente trata de identificar las porciones
más importantes e interesantes que has aprendido a fin de que queden
bien señaladas en tus esquemas de conocimiento. Valdrá la pena
que procures memorizarlas bien para el futuro.


Ejercítate en hacer problemas con método.


Hacer muchos problemas es muy bueno. Mejor todavía es hacerlos
con cierto método para aprovechar mejor el tiempo que en ello empleas

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